¿Cuánto debe ocupar la introducción de un TFM?

¿Cuánto debe ocupar la introducción de un TFM?

La introducción de un TFM es una parte muy importante de tu Proyecto Fin de Máster. Este apartado de tu trabajo tiene el objetivo de captar la atención, focalizar el tema de estudio y valorar su relevancia. En definitiva, su razón de ser es conseguir que el lector continúe leyendo el documento. Sin embargo, ¿cuánto debe ocupar la introducción de un TFM?

Hay estudiantes que no tienen este punto muy claro. O bien hacen una introducción muy desproporcionada, o bien es demasiado escueta. Nosotros te ayudamos a que no caigas en ninguno de estos dos errores.

En este artículo te mostraremos cuál debe ser la extensión de la introducción en un TFM.

¿Cuántas páginas necesita la introducción de un TFM?

Lo primero es tener clara cuál es la extensión de un TFM. Una introducción debe ser proporcional al tamaño del trabajo de investigación. Un estudio de 400 páginas no puede tener una introducción de 1 página, ni un proyecto de 50 páginas puede tener una introducción de 20.

Si tenemos en cuenta que la extensión de un Trabajo Fin de Máster se puede encontrar alrededor de las 20.000 palabras, el número de páginas estaría entre 40 y 50 en interlineado sencillo. A veces pueden ser más extensos, pero generalmente no superarán las 80 o 90 páginas.

Dicho esto, un truco para saber cuánto debería ocupar la introducción del Trabajo Fin de Máster es tener primero el índice. Si sabes cuántos apartados debes desarrollar, puedes asignar una extensión determinada a cada uno según su importancia. De esta forma, garantizas que no hay ninguna parte que se haya alargado innecesariamente.

Para un TFM de unas 40 o 50 páginas, lo ideal sería que la introducción tenga unas 3-4 páginas como mucho. Trata además de que una introducción de TFM no supere nunca el 10% del trabajo total.

¿Qué debo incluir en la introducción del Trabajo Fin de Máster?

Un error bastante común es pensar que la extensión es lo único importante. Lo cierto es que escribir más no hará que tengas una mejor nota. Y sobre todo, hacer una introducción larguísima en la que desveles prácticamente todo el proyecto tampoco te va a servir de nada.

La introducción no es un resumen, ni tampoco debe plantearse como el espacio en el que tratarás de resolver la pregunta. No es necesario desarrollar tampoco todo el marco teórico en este apartado, ya que luego habrá un epígrafe para esto.

Lo ideal es centrarse en describir el tema de estudio, explicar por qué es interesante y hacer algunos pequeños apuntes sobre el estado de la cuestión. La introducción puede ser un buen lugar para lanzar de antemano algunas preguntas, así como la motivación para realizar este trabajo.

Es muy importante que la introducción del TFM sea clara y sucinta. Puedes mencionar los objetivos del trabajo y la metodología que vas a seguir, o explicar el orden y la estructura del proyecto. Hacer una larga digresión no es el objetivo de este epígrafe.

Si tienes dudas sobre cómo hacer la introducción del TFM, o te encuentras atascado en esta parte, también puedes solicitar ayuda. Contacta con nosotros y solicita ahora presupuesto para la redacción de tu Trabajo Fin de Máster.